miércoles

Chocolate y vino

Por un momento incoloro contemplamos Quito.
Tu sonrisa dibujaba la noche mientras tus manos se doblegaban al frio viento en el Itchimbía.

Me perdí en tus palabras... Me arrimé en tus relatos...

En un retazo de noche tu mirada busco anidar en mis ojos,
casi pude sentir tu manos atrapadas por las mías.

Los minutos dejaron su estela mientras un susurro desplegaba sus alas,
nuestras miradas esquivaban, preguntaban inquisidoras, suplicaban cariño.

Hoy me queda el recuerdo de tu risa, tu profundo ser,
mi ilusión.

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