miércoles

Ibarra, 1955

No logro recordar la sonrisa del Pedro.
A mi mente solo llegan imagenes monocromaticas, niños corriendo, los durmientes rodando bajo nuestros pies y la gran locomotora.

Mi infancia parece haber transcurrido entre la escuela, los amigos del barrio, los juegos, mi madre y sus guisos... De eso han pasado mas de cincuenta años, en mi querida Ibarra.

Octubre cambió las cometas, hechas con zigse, por libros de geografía y de historia con relatos de sitios lejanos que nunca pensé en conocer. El sonido de la acera empedrada era tan distinto cuando usaba mis zapatos de charol para ir a la escuela.

El sol de medio dia me veía volver al pequeño salón de mi madre, donde servía almuerzos. Ayudaba a pasar los platos y a comer "al apuro". Me esperaba aún la jornada vespertina, en la que usualmente dormitaba con los ojos bien abiertos. El Hermano Jacinto, que dictaba Historia, paseaba por los pupitres con las manos cruzadas hacia atrás y un regla de madera en una de ellas. Si alguien tenía la osadía de cerrar los ojos en sus clases, inmediatamente era despertado furicamente con un golpe en la nuca.

El verano se extinguió. Noviembre trajo las lluvias y las nubes que cubrian el tayta Imbabura en las tardes. El olor de la vereda mojada nos acompañaba al salir de la escuela. Pero, era imprescindible llegar a casa y dejar el carril.

A las cinco en punto empezaban "los cambios" en el Obelisco. La locomotora grande, que había llegado hace unas horas a la estación, debía ser guardada en los patios de los ferrocarriles. Una maniobra no tan complicada, pero tan deliciosa para nosotros.

Una veintena de niños esperabamos ansiosos en el andén. Al oir el silbato del tren, de inmediato perseguíamos a la locomotora, que daba la vuelta junto al Obelisco. Los maquinistas dejaban cerrado el vagón de primera clase, pero el resto se convertía en nuestro parque de diversiones.

La técnica para correr entre los durmientes había cobrado muchas caídas, pero eso no nos preocupaba ya que cada día teníamos una nueva oportunidad. Una vez alcanzada la escalera trasera, el resto consistía en una mezcla de fuerza y equilibrio. Los mas osados incluso subían a los techos de los vagones.

Todo el aborozo transcurría en unos quince minutos. La locomotora giraba y entraba a los patios de frente o de reversa. A veces los vagones necesitaban mantenimeinto, o la locomotora debía salir en la madrugada hacia Otavalo y de ahi llegar en cuatro dias a Durán.

Cuando los maquinistas habían parqueado el tren, su labor consistía en bajarnos de los vagones. "Bajen guambras vagoooooss". "Ya vayaaan a la casaaa". Salíamos con las manos en los bolsillos de los patios, pateando alguna fruta podrida que se cayó de los vagones. Empezaba a atardecer y yo llegaba a casa para ayudar a servir las meriendas.

Debió haber sido en la primera semana de diciembre. Recuerdo que el Hermano Jacinto nos advirtió que los parciales estaban a pocas semanas. El Pedro me miró en ese instante, pero he olvidado que me dijo o cual fué la expresión de su rostro.

Ese día no llovió, salimos todos y en una veloz carrera dejamos los carriles en casa y emprendimos nuestra huída cómplice a la estación. Llegamos y nos sentamos en la pared, justo debajo de la boletería. Oíamos claramente a los maquinistas, enterándose de los itinerarios a cumplir y organizando como parquear los vagones.

No recuerdo, tampoco, haber oído el silbato. Corrí tras de los otros niños instintivamente. Mis pies aún calzaban perfectamente entre los durmientes, y mientras agarraba la escalera pensé que tal vez el proximo año ya no podría hacerlo, porque no me habían comprado zapatos en dos años y en el próximo Octubre estrenaría un par nuevo.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando varios compañeros me empujaron al querer llegar a ver por la ventana. "Se cayó!", "Quién?", "No le veo!!". Mi mirada encontró a un niño rodando por la parte trasera. Yo me había quedado junto a la escalera y fuí el primero en ver la terrible escena. Las palabras no salían de mi boca y fué tarde cuando logré articular alguna silaba. El maquinista había frenado la locomotora y varios ayudantes corrian hacia la riel, casi todos los niños también bajaron. Inmóviles, miraban.

Pedro se retorcía de dolor. Un maquinista ató su camisa alrededor de la pierna destrozada de Pedro. "Un carro!, traigan un carro!". Levantaron el pequeño cuerpo de Pedro y vi como su pierna colgaba sujetada solo por hilachas de carne y el pantalon, mientras su sangre se derramaba sobre los durmientes.

Nunca regresamos a "los cambios".

No logro recordar la sonrisa de Pedro.
Hoy, cincuenta años después, lo he encontrado.

No me reconoció, y al principio yo tampoco. Tuve que pasar junto a él varias veces para estar seguro que se trataba de aquel infortunado compañero. Pedro es tan distinto ahora.

Puedo ver que su pantalón no ha sido lavado en mucho tiempo. Su cabeza está escondida bajo un viejo sombrero de lana. Sus manos se confunden con el betún y manchan la pared cada vez que se levanta a buscar un nuevo cliente. Se apoya en una improvisada muleta y grita: "Lustro!, Lustro! limpio gamuza con polvo!".

Miro fijamente sus ojos, me acerco. Pedro me confunde con un cliente, se sienta y deja su muleta junto al cajón de los betunes. Le tiendo mi mano. " Hola Pedro..."

domingo

Quito, desconsuelo

La muerte del tiempo vuelve. Aquellas tardes ociosas, que se guardan en un cajón.
El viento sonríe, cómplice de un ardid de amor.

Un tono bajo y una voz amarga, compás triste.
Golpear, incesante, hasta perturbar tu alma.

Medio viaje, media vida. Media moneda para comprar tu mirada.
El corazón, cansado, tomas tus sobras. Feliz carroñero de tus mijagas.

Locura... Silencio... Ciudad sin equilibrio, ni dios. Profano andar.
El tiempo vuelve a morir.

Y aún así.. desapareces. Tarde gris, habla de frases de nada,
de un amor profundo, que fué y ya no es.

Un cielo donde no se puede volar, amigos a los que no se abraza,
soledad que no se degusta.

Amar, para cantar. Cantar para vivir. Vivir para sentir. Sentir morir.

lunes

9 meses

CAPITULO 1

- Lamento mucho que no haya venido antes, lo hubiéramos sabido con mas anticipación...

La pausa me entristeció aún mas y sentí una culpa fúrica. Empecé a repertir en mi mente la misma frase lastimera... "¿Por qué no vine antes?.."

- Si.. esta bien. ¿Cuánto tiempo doctor?
- La primera valoración nos hace ver que tal vez esté en su décimo segunda semana. Considere que aún le queda tiempo suficiente para...

Heché la silla para atrás e intente levantarme para que el doctor no termine la frase.

- Es difícil, - dijo el doctor - muchas personas no tienen tanto tiempo.

Pausa. Pero esta vez intento concentrarme en ser práctico.

- Bien... ¿cómo debería empezar el proceso?
- Hay varias empresas especializadas, tengo en este tríptico todo lo que Ud necesita saber...

Ahora solo veo al doctor hablando, el movimiento de su boca es contínuo y repetitivo, pero no logro escucharlo. Siento que mi cuerpo se levanta poco a poco de la silla y empieza un viaje que alivia todo.

- Le espero la proxima semana, ya tendré una fecha aproximada.


CAPITULO 2

"Habrá una manera fácil de decirlo, no es algo que yo haya planeado, no tiene por que enfurecerse. Ella entenderá". Mis pensamientos seguían flotando alrededor de la acera. Iba rumbo a una pequeña cafetería en donde la vería.

- Hola!, como te fué?.. te ves extraño.
- Si... no tan bien.

Tomé sus manos y miré fijamente sus ojos, los míos suplicaban comprensión.

- El doctor encontró que el proceso ha empezado... Ya son doce semanas.

Esperé que alguna lágrima brote de sus ojos, pero en su lugar ella soltó mis manos y me abrazó.

- Lo ví venir. Has cambiado en este tiempo... -sollozó por un instate y luego se apartó de mi - Es parte de la vida, no hay porque ponerse triste. ¿Qué hacemos ahora?
-Aqui está toda la información, -extendí mi mano con el tríptico - debo empezar a hacer una lista con mis bienes, otorgarlos a beneficiarios o tal vez...

Me interrumpió con un profuso llanto. La abracé y nos fundimos en el dolor de momento.


CAPITULO 3

- Bien... creo que eso es todo. Ud sabe que siento mucho esto, pero ahora puede estar tranquilo que sus deseos serán cumplidos al pie de la letra.
- Gracias, una sola cosa mas: Necesito que todo se venda hasta la proxima semana, ya he perdido casi cuantro meses y hay algunas cosas que debo hacer.
- Bueno, Ud sabe que en estos casos las cosas no funcionan así... Vamos a encontrar gente que va a intentar aprovechar la situación y no va a pagar lo que Ud pide.
- Claro, haga lo que pueda. Yo le llamo el viernes.

Seguro él es parte de esa gente, por su puesto que ya empezó a aprovecharse de "esta situación". Me extrañaba mucho que la tristeza y la impotencia se conviertieron en euforia. Tenía la imperiosa necesidad de hacer todo lo que no pude, por taras mentales, en todos estos años.

El edificio era estrecho, seis pisos y un solo ascensor, lo que congestionaba las escaleras con tinterillos, madres llorando, ejcutivos corriendo con papeles en la mano, tramitadores apurados con cédulas y copias. Al salir de ahi, prendí mi primer cigarrillo, ya no hacía falta cuidarme. El humo inundó mi vientre, empezó a empujarme de un costado y casi caí en la vereda. Al sujetarme de la pared vi a una anciana sentada junto a mi, pidiendo limosna.

¿Cuántos años tenía ella?, ¿Cómo llegó a esa edad?. Yo había cumplido 34 este año, y ese sería mi último cumpleaños.


CAPITULO 4

- Está todo listo, el viernes me darán el dinero y creo que el sábado nos podremos ir.

Apenas me miró, su mirada se escondía de la mía.

- Escucha, no puedo hacer esto. Solo vamos a complicar las cosas... Lo que siento no ha cambiado, pero entiende que para mí va a ser demasiado difícil...

No tenía por que seguir escuchando, ni por que decir algo. Salí y cerré la puerta lentamente. En el fondo sabía que algo así podía pasar, pero la incertidumbre me dió una agónica confianza.

Ahora debía encontrar algo que hacer estos meses. Un viaje, un retiro. Algo que me aleje e la ciudad que tanto hería mis últimos pasos.

Solo quedaba pendiente una cosa. Algo que no me creía capaz de hacer.


CAPITULO 5

- Solo hay una razón por que estés aqui. Lo sé...

En sus ojos se dibujaron lágrimas, y a éstas no las esperaba.

- Mamá...
- Esta todo bien, - lo decía mientras frotaba mi espalda - no eres la primera persona que pasa por esto. Supe que este día vendría desde cuando naciste. Siempre supe que te irías primero, era como un recuerdo vago que estuvo todo este tiempo dormido aqui, muy dentro de mi corazón.

Las palabras simplemente no querían encontrarse con el viento, solo me senté y esperé escuchar su voz.

- Te voy a decir lo mismo que tu abuela me dijo cuando ella supo que iba a morir. Lo recuerdo bien, tu habías nacido unos meses antes y era obvio que esperábamos un deceso en la familia... Siempre sucede de esa manera...

La tome de la mano, la tibia calidez de sus dedos quedaron guardados por siempre en mi memoria.

- Imagina que viviéramos en un mundo en el que suceda todo lo contrario que aquí. ¿Y si supiéramos cuando vamos a nacer? ¿No sería algo confuso?. Mi madre me hizo ver que de este modo todo es más práctico. Tenemos nueve meses para arreglar nuestra vida, para hacer todo lo que quisímos y para despedirnos de nuestros seres queridos...

Hizo una pausa al ver que mi rostro no reaccionaba como ella quería.

- ¿Le has contado?
- Si, hicimos planes para viajar con el dinero de todas las ventas. Hoy se echó para atrás, la ví hace un par de horas. Pero está bien, de esta manera es mejor.
- No es mejor, pero en fin, éso te dice con quien cuentas.

Sentí una fría mano subiendo por mi espalda, no podía contar con nadie.


CAPITULO 6


La muerte estaba por venir. Casi podía extender mi mano para darle la bienvenida. Traté de hacer un resúmen mental de mi vida, pero supe que me entristecería.

En un vago rincón, una canción terminaba con una nota aguda de piano. Empezaba otra, rápida y melancólica. Me imaginaba dedos sobre teclas navegando con precisión sobre las notas de una tonada vigorosa.

Solo me queda la espera, triste y titilante. Miro el vacío de un cuadro y descifro las imágenes que faltan, los colores ausentes y el ruido que rodeó al artista.

- Hola, sabía que aqui estarías, - se veía radiante, nunca había estado así- no podía dejar que te vayas solo.
- Estaba seguro que no vendrías. Pero no me siento mejor que estés aqui...

Volteó su cara y pude ver un resplandor que salía de su mirada.

- No digas eso, sé que lo que hice no fue lo mejor... pero estoy aquí.

Acerqué su cabeza a mi pecho y escuche una tonada mas intensa. Mis recuerdos se alejaban uno a uno. Podía sentir como mis venas se estrechaban y mi sangre viajaba mas despacio. Con cada respiración se escapaba un poco de vida. Lentamente morí, sin que ella se diera cuenta.

Mi cuerpo dejó su calidez en sus brazos.

FIN

sábado

fin

Mi corazón escudriña el pasadizo aquel, en donde desapareció tu penumbra. Me quedo solo, triste.

Ya no existe esa mirada que causa vértigo, ni ni aquel esbozo de pasión que siempre me produjo tu cercanía.

La ironía sonríe al verme involucrado hoy con tu pasado. Las calles no son las mismas, un agria esperanza razga la tarde.

Tu mano ya no me acompaña, las miradas latiguéan mi espalda en reproche tácito por la ausencia que has causado.

Tengo tanto que decir y reclamar, tantas palabras que se quedaron encerradas en el orgullo cabizbajo de un "nosotros"...

jueves

Tiempo

Oigo tu luna mientras la noche se transforma en un trinar,
florece en mi un anhelo, desespera mi sueño por ser parte del tuyo.

La sonrisa del triste amanecer acecha, cuenta historias interminables,
cubre su boca con quejas lastimeras. La noche llega a su sepulcro.

En el río innegable de una canción se quedó tu retrato, sombrío y único.
Mi corazón guardó un destino indeleble, vagabundo...

Ahora le doy crédito a la locura, al delírio y la esperanza,
a un camino forjado con lágrimas y ocasos.

Y te extraño... aunque busque sollozos y pena.

viernes

Eterno

Quiero que el tiempo te encuentre conmigo, en un relámpago de tarde, en un suspiro de nube...

Quiero que tus ojos miren tu reflejo en los míos durante una llovizna infinita, que nuestro encuentro se pierda en un libro antiguo.

Quiero que tu voz recorra los pasillos de nuestro hogar eterno, abrir la puerta de mi alma y encontrar tu escencia.

martes

De colores

Te quiero de colores!
Déjame ver tu sonrisa roja,
tu ojos miel, tus mejillas rosas.

Amo tus tardes anaranjadas,
tu noche negra con luceros amarillos,
tu mañana celeste y tu tarde gris.

Amo tu blusa blanca, que me deja imaginar...
tu falda y tus zapatos marrones,
tu anillo plateado, el nacar que pone fin a tus dedos.

Te amo con lujuria dorada,
con pasión púrpura,
con todo el azul de la paz que te brindo.

Por siempre

Con un anillo te desposo,
resuelvo mi delírio y confirmo mi alegría.

Te entrego lo poco que me conoces,
un llamado de ternura, una mirada que te sonroje.

Te regalo mi bien y mi mal,
mi ser que nunca será, el día que descansa en nuestra vigilia.

Te brindo el alba que me reclama,
las tardes rojas desde el Itchimbía,
los paseos por las piedras de Quito,
el viento del páramo y el perfume de la chuquiragua.

Pido un rincón en tus ojos,
un respiro de vainilla y un beso de chocolate.

Con un anillo te desposo,
Y alejo la ausencia de tu paisaje.

viernes

Renunciación

En silencio, con la penumbra de compañera,
te miro con tristeza.

Miro en tus ojos infinitos un resplandor de lluvia.
Tus labios, que siempre desee, ya no guardan mi nombre.

Lejana, tu risa se desvanece en una tarde de letargo,
tus letras se ríen del tiempo, de nuestra distancia.

En mi ser no cabe robar otro destello de mirada cómplice,
ni promulga otra conversación contigo, acerca de todo y nada.

Nuestras escencias se despiden candorosas,
víctimas de una hermandad en el recuerdo.

lunes

Te amo

Sus preguntas, azules, siguen el camino gris del humo,
sus pupilas se esconden entre sus pestañas, tímidas y desafiantes.

Y yo, sigo amando su mundo,
sus recetas, sus fotografías, su impredecible ser.

Sus manos, eternas, recorren las mias.
La frágil candidez del momento nos despierta del letargo.

Y yo, anhelo cada uno de sus besos de chocolate,
la fragancia de sus muñecas, la levedad de su risa.

Su historia ancla mi presente y dejo de ser.
Mi sencilla alma naufraga con un sonido famélico.

Y yo, no tengo mas que amarla.

domingo

Pasión

Nada mas importa,
nada mas que tu cuerpo entre las sábanas.

Tu mirada abstrae mi mente,
me hace naufragar en el olor de tu piel.

Mis manos descubren las curvas en tu cintura,
siento los movimientos que en tí provoca mi pasión.

Nada mas puedo hacer que jugar con tus labios,
dejar que nuestro deseo se desborde y nos consuma en la noche.

No puedo dejarte, mi aliento es tuyo,
mis manos te buscan impacientes.

Mis labios, huérfanos de tí, anhelarán la tarde,
las horas en las que sellamos nuestro pacto con lujuria.

Mi hada

18:03. Celeste.
Aún el día mantiene su escencia innecesaria.
La vainilla, errante, navega de de tus manos a mi boca.

Mi suspiro alienta tu ego, renaces de un letargo cruel,
yo busco en tu transparencia un indício de lluvia.

La tarde se presenta silbando un violín antiguo,
se desnuda para nosotros y deja ver su fuego.

18:17. Rosado.
Las nubes levitan siguiendo una acorde lejano,
su color, trastornado, gime la muerte del sol.

Mujer, franca sonrisa, palabras verdaderas, pasión,
sujetas mi brazo y consientes una interrogante.

En un abrazo nos escondemos del galope del tiempo,
el viento divaga junto a nuestro momento y se lleva mi promesa y tu desafio.

18:32. Fuego.
Un fragante instante en voz baja, susurro cerca de tu sien,
la tarde se forma inalienable y espera el regalo de la muerte.

El fuego dibuja en el cielo una oda con el fondo de montaña,
un sueño se guarda junto al fragor de tu luz.

Las nubes se incendian estrictamente lanzándose a la noche,
que llega destinada a dedicar su sombra a mis sílabas.

18:59. Tiniebla.
Junto a mi yaces, con nuestras vocales como anillos,
en este rincón cierras un poema en mi boca.

Rodeo tu cintura, donde vive secuestrada mi luna,
tus ojos me regalan la Tierra, su suavidad, tus alas.

Yo busqué un hada, anduve por tantos lugares,
por tantas mesas, en tantas risas, en tantos vinos;
siempre supe que tu escondite era una nuez
cuya puerta se abre con un chocolate.


miércoles

Chocolate y vino

Por un momento incoloro contemplamos Quito.
Tu sonrisa dibujaba la noche mientras tus manos se doblegaban al frio viento en el Itchimbía.

Me perdí en tus palabras... Me arrimé en tus relatos...

En un retazo de noche tu mirada busco anidar en mis ojos,
casi pude sentir tu manos atrapadas por las mías.

Los minutos dejaron su estela mientras un susurro desplegaba sus alas,
nuestras miradas esquivaban, preguntaban inquisidoras, suplicaban cariño.

Hoy me queda el recuerdo de tu risa, tu profundo ser,
mi ilusión.

martes

De mi brazo

Una vez amé.

No recuerdo los detalles de tu alma,
veo tus ojos entre nubes de olvido,
muerdo tu boca en una grieta de tiempo,
el olor de tu cabello me persigue, insensible.

Una vez lloré.

Mi ser, desvencijado, trastabilló con tu mirada
y tuve que orar con otro acento.
Tu voz me arrullaba,
tus palabras me acribillaban.

Una vez reí.

Tu embrujo dejó de perseguirme
y logré respirar un nuevo amor.
Fui libre de tí, lejano, en la gentil lluvia.

Una vez soñé.

Caminabamos por un puente sobre un río eterno,
tomaste mi brazo y no pudimos decir nada,
haciendo de ese momento
el recuerdo que encierra mi escencia.

domingo

Comienzo

Ahora quiero hablarte en voz baja,
entrar al tunel que se ha vuelto mi vida
desencadenar la emoción en un relampago
enfrentarme a tu antigua claridad de páramo.

Quiero tomar tu mano, sentir como tu mirada me atraviesa
y esperar aquel instante eterno que me permita hablarte
para brindar contigo la alegría del cielo profundo.

Hoy quiero empezar a caminar contigo para siempre
evitando los espacios insonoros de la soledad
y regalarte todos mis pasos, mis nubes, mi tristeza.

Renacer

Hoy me haces mas falta que nunca. Hoy que te aparte de mi lado, que traicioné nuestros secretos y dejé de rendir cuentas a tu mirada.

Hace mucho tiempo dijimos nuestras últimas palabras, pero tú volvías en cada alba y con tu sollozo cálido me arrancabas del sueño profundo de la melancolía. Pasaron muchas lunas sobre Quito antes que llegara el triste día en que ya no pensé mas en ti.

Cuando miré mi rostro de nuevo en tus ojos, mi escencia volvió de su letargo y fué como si no hubiera trinado ningún ave en el tiempo que vivimos nuestra soledad. Te perdiste en los rincones de mi mente, mas no huíste de mi corazón. No sirvieron de nada todos los caminos recorridos, ni todas las noches que oyeron mis súplicas para que mi alma me sea devuelta.

No te pido nada. Veo en tu mirada las frases que tu corazón dicta. Tu amor no puede ser igual al mio, ni tu vida comparte mi destino. Mi camino precisa ser esquivo.

Todo el tiempo que en mí tuviste a un amigo, yo tuve a mi complemento. Todos los lugares que visitamos recordarán nuestra risa sincera y nuestro afecto permancerá impalpable para delite de nuestros ángeles. Mi soledad socavará finalmente mi razón.

Ya no mentiré tu amistad, y podré volver a creer en mis anhelos. Mi estigma buscará una compañera que logre enamorarse de mí, tal como yo lo hice de tí. Y cuando ella imponga su sonrisa, podré renacer y sentir todo aquello que contigo quedó inconcluso.

Tu dulce canto seguirá mis pasos, pero ya no guiará mi estrella. Tus manos no volverán a tocar las mias, pero ellas permanecerán susurrantes por tí.

miércoles

Vuelvo a ti

Vuelvo a ser cegado por tus ojos de esmeralda,

mi pecado no se expía ante tu boca.

La nostálgia de nuestra historia ya no tiene una estrella

pero cada remembranza lleva tu nombre.


Busco ahora esa palabra que me aleje de tus páginas,

que labre mi huida... Quiero correr de tu mirada reprochadora,

quiero dejar de sentir mi corazón besándote reprimido.

Volar con mis propias alas.


Tu escencia sigue dando calor a mi vida y tus manos aún guían mis anhelos

Mis desiciones son por tí, aunque suplican ser liberadas de tu camino.

No reconozco mi propio rumor, por un instante fuí libre de tí.


Hoy me muero por volver a sentir el fuego de tus labios, sentir los inquietantes silencios,

escondernos tras un atardecer y dejar que la fortuna se encargue de nosotros.

Vuelvo a ti, como siempre.



sábado

Silencio

De nuevo esa mirada, que me inquieta, aparece en tu rostro y cierra tus labios
intentas escudriñar en mi alma, tomar mis pensamientos de la nada
adelantarte a tus versos, adivinar lo amado y lo descrito.

Aún te perturban los largos silencios, en los que pienso en ti.
Te preguntas si el fuego de nuestro momento todavía no se ha extinguido,
si aún aprieto con mis manos la llave de tu mirada,
si mi amistad sigue confundida con tu cariño.

Deberías descubrir que ahora te quiero mas que nunca.
Mi abrazo, fogozo, a lo lejos te cubre y te entrega mi andar,
recibe libertad, anhela lo profundo de tus ojos.
Te quiero mas cerca, sentir contigo el nacimiento de nuestra conciencia.

Por una vez, en un gran silencio, me gustaría sentir tu cariño
saber que no mezquinarás tu sonrisa,
que me entregarás tu aura en forma de puñal
que atravesará mi ser y no me quedará mas remedio
que amarte, infinitamente, delirante.

martes

Lejana

Por alguna extraña razón perteneces a mi tesoro querido

Permaneces en mis visiones, entonas susurros que se rebelan al viento

Sujetas la cuerda que ata mi conciencia a la razón de mi humanidad

Encadenas cada una de las oraciones en mis sentimientos.


Tu música empieza con tonos tristes, enfrenta acordes vanos

La miel, que encuentro en tus ojos, es suficiente para doblegar mi sed

Ansío una batalla en tus labios, fundir el cobre de tu plegaria

Rodear tu cuerpo con un cálido anhelo, conquistar tu suspiro.


Eres el inicio de mi travesía, el frailejón que invita al páramo

La perdición, el estigma que debo vencer, la canción mustia

En cada latido del alma subyugada, tu ser reza mi pasión

Palabras que caen a tus pies al ser tocadas por tu mirada.


Por alguna extraña razón vives en mi mañana soleada

Tu piel se congela cuando intento alcanzarla

Mitigas las letras del verso que vuela bajo tu oído

Me das la esperanza de seguir contemplando tu capricho.

sábado

Aún te quiero

Sin embargo existe cariño por tí,
tus sonidos siguen la huella de mi memoria,
un piano viejo que toca una sola melodía.

Cuando no puedo recordar tu cara me basta sentir abril,
rememorar tu fragancia en cada diminuto detalle de vida,
extaciar mi boca con el recuerdo vacio.

Mi mano danza en el viento acariciando tu cabello,
escucho tus quejas, mis delirios, mi derrota,
mientras tu imperturbable escencia femenina me agobia.

Sin embargo existe cariño por tí ,
aunque me arrebataste las mañanas nubladas,
tu pena sirvió de pretexto para la mía.

Mi futuro duerme la pesadilla de tu ausencia,
Quito será un espacio infinito de gotas de lluvia,
mi vida cambiará, mis ojos volverán a mirar el cielo.

Derramaré historias inciertas sobre ti,
encubriendo dias, años,
intentando mitigar un amor insufrido, volver nacer.

Sin embargo existe cariño por tí,
el viento lleva tu nombre suscrito. Te envidié y te quise,
pero no susurre tu nombre en tu oido.

Vivir en una noche lejana,
cobijarme entre tus manos amigas.
Sentir un momento infinito contigo.

Tus ojos no se aferran a nuestro fragmento de vida,
los mios se cierran al verte ajena.
Tus lágrimas ya no serán mias

lunes

Camino

Un momento definió nuestro encuentro.
Tus palabras se refugiaron en mi lamento, fuiste mi horizonte.

Mi vida y la tuya entrelazaron vientos durante unas pocas horas.
Compartimos tristeza y alegría.

Me diste tanto de ti... sin siquiera ofrecerlo.
Yo me animé a quererte, por unas breves nubes.

El camino se hizo corto, la música de fondo se perdió definitivamente.
Tus historias y tus viajes me guiaron en el empedrado.

La gente nos vió juntos, creó un cuento alrededor nuestro.
Nuestros besos inexistentes, caricias paganas.

Me diste tanto de tí... Y yo lo acepté fogozo.
La ruta se llenó con tu voz. Nos conocimos tan solo un momento.

Mis palabras buscaron un recodo de tu sonrisa,
tus ojos infinitos me quisieron.

Tu mano y la mia se unieron en un suspiro de imaginación
nos fundimos en un abrazo, que aceptó la derrota del tiempo.

La ruta quedó marcada con nuestras confidencias y de todo lo que no nos dijimos,
todo quedó implícito y cómplice de una travesía improvisada.

El viaje develó la última brújula, el afecto se disolvió en la realidad.
Me despido como si fueras mi amiga, pero fuiste mas...

Tu corazón te vuelve a pertenecer, el mío lo perdí en algún silencio.
Mis letras te encontrarán en la próxima carretera.

domingo

Amiga

Mis pasos vivieron en cada rincón de tu mente
en cada frase fallida, en cada beso moribundo.
Tu vida y la mía tuvieron una razón común e inequívoca

El tiempo nos miró crecer, aunar idílios,
nuestros corazones palpitaron al unísono
cuando nuestros secretos brindaron la noche.

En cada despedida tomaste un filamento de mi alma.
En cada risa busqué un destello de cariño.
En cada abrazo perdimos un suspiro.

Conjugo tu nombre.
Escucho en la penumbra tus frases
que se pierden en mis horas en el Panecillo.
Recuerdo tus gestos y los atesoro en mi sonrisa.


Ocaso.
Mi día desaparece,
mis nubes huyen al hallazgo de tu mirada,
mis palabras son ajenas.

viernes

Despedida

Aún percibo la amarga sombra de mi destino no enfrentado,
tu presencia sigue siendo esquiva, tu nombre permanece pálido.

Mis lágrimas caen por tu deseo, tu ausencia congela mis alas,
ya no celebro una tarde soleada en Quito.

Te extraño. Mi mente moldea tu figura persistentemente,
puedo oir tus palabras, tus reclamos y tus susurros.

Tu mirada se pierde en mis manos, te siento lejana,
tardía, ajena...

Tu cariño, como siempre, no es mío.
Tus caricias son solo un preludio de tu despedida.

Nuestros tormentos tuvieron un breve latido común,
un fin, un destino discutido, un requiem.

Ahora partimos a un sendero diferente,
albergando la esperanza de encontrar un sentido,
una nueva vida por influenciar.

lunes

El poeta

Juego al poeta con estos versos,
con palabras que giran en el aire
haciendo malabares que jamás leeras.

Mi corazón al menos tiene una esperanza,
un razón, una plegaria que dicta las letras
que desdibujan este papel.

El anhelo de escuchar de tus labios una frase
que encierra toda mi fé y hace que mi pluma
doblegue esta hoja recreando la razón de un "te quiero".

Mirar tu rostro cuando naufragues en estas líneas
sería el premio de toda una vida penitente.
Ver como te conmueve mi osadia de jugar al poeta
sería suficiente para liberar mi amor.

Ahora solo me queda acuñar palabras
que simbolicen el cariño que te ofrezco.
Frases que te besen como yo lo haría.
Oraciones que arrullen y vigilen tu sueño,
palabras que te susurren caricias.

Te quiero

viernes

Amor en infinitivo

Enamorarme de ti,

sentir que mi mundo se inclina con tu mirada,


Permitir que mi razón ceda su puesto ante el color de tus ojos,

liberar mi conciencia, imaginar un lugar lejano contigo.


Volver a creer en el amor y sus consecuencias,

albergar un sentimiento huérfano, alimentar una pasión.


Enamorarme de tu sonrisa y tu enojo,

sumergirme en tus ideas y buscar la razón de este cariño.


Correr de tu mano, volver a sentir el viento de frente,

envolverte en mis brazos, compartir los últimos rayos de sol.


Convertirte en mi brújula, leer de tu alma,

soñar con un “nosotros” y ver una sonrisa en tu rostro.


Déjame enamorarme de ti,

déjame velar tu sueño, acariciar tu piel.


Deja que mi ilusión crezca,

invítame a caminar junto a ti.


Anhelar que de pronto soy tuyo,

Saber que te enamoras de mi.

lunes

Sin ti

Escapar de ti,
Irme lejos, donde tu sonrisa no retumbe en mis recuerdos...

Huir de tus besos,
Sentirme libre, que tus brazos no abarquen mi sentir...

Alejarme de tu alma,
Vivir penitente, que nuestros pecados sean expiados...


Apartarme de tu vida,
Caminar sin dirección, no volver a ver el norte en tus ojos...


Desvanecerme de tus tardes,
Sentir el ocaso, pintar las nubes de rosa desde otra ventana...

Evadir tu pensamiento,
Permitir nuevas ideas, volver a escribir en primera persona...

Esquivar mi deseo,
Castigar a mis ansias, dejar que tu perfume se lo lleve el viento...

Volver a ti,

Aceptar mi derrota, doblegar mi conciencia ante la tuya.

martes

Tinta negra

Tinta negra para ella, que no se deja amar
Versos crueles para su alma, que me despierta al alba
Puñales para sus manos, que acarician mi dolor
Todo mi odio.

Mi pasado arrastra tu amargura, tu mentira
Mis recuerdos se desbordan con tu sonrisa
Mis noches encadenan tu destino
Mi delirio es tu altar

Tinta negra para su cabello, que se enreda en mis pensamientos
Versos crueles para su mirada, que vigila mi ser
Puñales para sus labios, que endulzan mis tardes
Todo mi amor.

Una esquina diferente

La tarde empieza a tornarse rosa, las nubes se prenden en anaranjados, el sol se ocultó tras el Pichincha y la gente pasa apurada frente a mi. Durante estos días he podido verlos bien, todos parecen atrasarse, todos viven un mundo aparte y nadie está dispuesto a iniciar una conversación.

Están los oficinistas que parecen liberados al salir de sus trabajos, hablan fuerte como para ser notados mientras revisan sus teléfonos cada dos minutos. Las estudiantes de la Universidad, que seguramente trabajan durante el día y llegan con el tiempo justo a clases. Miran de reojo para saber quien las observa, algunas, en una mezcla de coquetería, intriga y desafío, lanzan miradas inquietantes. Están los gringos, todos como vestidos para un verano de 40 grados, no miran a nadie, caminan rápida y desconfiadamente, llevando fundas con víveres light.

Está aquella chica, vestida siempre formal, el cabello recogido, labial de rojo intenso y lentes. Desde el primer día notó mi presencia, ahora pasa junto a mi auto y puedo verla, por el retrovisor, voltear su mirada hacia mi cuando dobla la esquina.

Ya casi es hora. Mis miedos vuelven a aparecer y pienso de nuevo que no fue tan buena idea venir. Durante dos semanas te he visto salir de tu oficina, conversar con tus amigas y tomar el bus… no tuve el valor de bajar del auto y cruzar palabras contigo.

Hoy estas divina, no tienes idea lo bien que te queda esa falda negra, tu cabello creció justo como tu lo querías y tu blusa me invita a imaginarte. Hoy no te acompañan tus amigasy te veo distraída, tal vez te pasa algo. Buscas en tu cartera, seguramente olvidaste tu teléfono arriba…

- Hola… como has estado?

Apartas tu vista de la cartera y me miras, bajas los hombros, tomas un poco de aire y haces una mueca de cansancio y desilusión. No es un buen augurio.

- Hola… que haces aquí?

- Yo… quería verte, saber como estabas. Hablar contigo.

Llevas tu mano hacia tu cabeza y la pasas por tu frente, luego lanzas hacia atrás tu cabello y me miras desafiante.

- Hablemos! Por donde quieres empezar? Por ejemplo que traicionaste mi confianza? O que nunca supiste lo que querías?

- No, yo quiero disculparme contigo, se lo que debes estar pensando pero simplemente no quiero que las cosas terminen así.

- Entonces, quieres que terminen?

- No!… Bueno, tal vez...

Miras sobre tu hombro, y tus piernas parecen temblar, empiezas a caminar junto a la pared, yo te sigo un paso atrás.

- Sabes que me lo imaginaba, no creas que no sabía que estabas aquí, mis amigas te vieron durante toda esta semana.

- La verdad han sido dos semanas, te he visto durante todos estos días, pero no pude hablar contigo.

- Por que?

-No se, los primeros días vine aquí muy enojado, y si me encontraba contigo creo que no hubiera resultado nada bueno.

- Si, yo también estaba enojada.

- Luego quería proponerte muchas cosas, que olvidáramos lo que pasó, que lo intentemos de nuevo…

- Querías?… o sea que ya no quieres.

- Mira, las cosas pueden cambiar de un minuto al otro, ahora solo quiero que no me odies, no quiero ser un mal recuerdo para…

No me dejas terminar la frase y apoyas tu mano en mi hombro, alcanzo a ver una sonrisa leve en tu rostro.

- Tu nunca serás eso y lo sabes…. Yo también quería que vengas, que me hables. Muchas veces marqué tu número, pero simplemente no sabía que decir.

No logro reaccionar, la verdad no me imaginaba esto… me dejas sin palabras.

- No lo sabía… Lo lamento.

- Yo también.

Nos conjugamos en un abrazo, largo y cálido.

- Amigos?

- Amigos?? … Supongo que si…

El cielo se vuelve a poner rosa y yo regreso a la misma esquina, han pasado tres semanas desde que vengo aquí, te he visto y te he admirado. Empiezas a subir la calle y desde allí me miras, lo siento. Lentamente te acercas y ya puedo ver el rojo intenso de tu labial, tu cabello recogido y tu mirada tras esos lentes inquietantes.

- Hola!

Te detienes, me miras y sonríes.

- Hola!, ya era hora, no te parece?

- Si, bueno… no quería asustarte. Te puedo llevar a algún lado?

- Mmm, si. Me gustaría tomar un té.

- Perfecto!

Ahora veo nueva gente, en una esquina diferente, todos se ven amigables, sonrién y parecen estar felices con sus vidas…. Tal vez sea solo yo…

Déjame olvidarte

No entiendo por qué razón aún vives en mi….

No entiendo por qué mi corazón no te dejó de querer nunca, ni por qué mantuve una esperanza latente.

Aún no sé por qué mi mente se niega a olvidarte, por qué no logro que mis pensamientos dejen de involucrarte?.

Por qué tu precencia me perturba? Por qué tus palabras siguen marcando mis tardes?

Mi alma … ya no me pertenece, tu mirada me esclaviza. He dejado de lado mi propia vida y he interpuesto la tuya a mi fé.

Ahora solo sigo tus pasos, mi conciencia ya no puede distinguir entre el bien y tú. Mis manos ahora solo tratan de alcanzarte.

El tiempo se ha vuelto etéreo, mi existencia vuela entre tus labios y mis pecados. Mis frases son tuyas, mis palabras mueren una a una.

Cada flor, cada niño, cada risa, cada atardecer, … cada sentimiento nacido en la oscuridad, desafían mi convicción y la dejan intacta. Seguir amándote.

Solo quiero caminar lejos de tí, hacia un país deconocido, en donde encuentre el consuelo de tu piel, igual que la lluvia sobre tu ventana.

Rendirme? Aceptar que doblegas mi quebranto, que el vino ya no resuelve mi pena. Esconderme en la sombra de lo que siento….

Inculcar tus virtudes en mi viejo bagaje, y enredar tus hiedras con mi esperanza. Enfrentar tu historia. Amarte sin fin.

Tal vez sea mejor acostumbrarme a ti…

Hoy me acordé de tí

Hoy me acordé de ti….
Caminaba en la lluvia por una calle del viejo corazón y sentí el toque suave de una melodía conocida…

Mi aliento se detuvo…

Vi a dos ancianos que compartian sus pasos tomados de la mano, su lento andar solo lleno de tristeza mis ojos…

Mi mente exhaló…

Cuanto tiempo habían pasado juntos? Por qué misteriosa razón aún se querían? Fueron esposos amantes, o fue la costumbre la que se encargó de recluirlos en si mismos?

Tu murmullo me congeló…

Vi sus figuras en el ocaso triste, se hacían una con el fondo de la calle y poco a poco se perdían en ella…

Mi mano acarició tu recuerdo…

Con infinito dolor reconocí que tu existencia y la mía no podrían llegar tan lejos, nuestro tiempo pasó…

Mi corazón me abrazó con calidez…

Fue mi culpa, o tal vez fue tuya. Tu sonrisa ya no me pertenece, tu cuello ya no es mi lugar favorito, ni mis manos volverán a rozar tu mejilla empapada por tus lágrimas…

Resignación…

Y ahora que la amistad nos cubre , solo me espera el suplicio.. Cuando te vea y sepa que no puedo permitirme mirarte. Cuando te oiga y no pueda permitirme escucharte. Cuando mi mano roce la tuya y no pueda acariciarte… Cuando te quiera y no pueda permitirme amarte.

Hoy me acordé de ti…

Te sentí junto a mí, en la calle, caminando de la mano…

Amor imperfecto

Te escribo y el sol muere de a poco, al igual que mis letras,
El cielo atestigua este momento en el cual me expío,
Te miro y presento mi vida a tus ojos esperando ablución.

Pero ese amor que concebía puro me ha mostrado no ser real,
Y en mi búsqueda de un alma ajena,
Me reencontré contigo, y pensé todo lo que podía ofrecer,
Cosas lozanas, antiguas, etéreas y mundanas.

Pensé ofrecerte frases, o tal vez plegarias,
Pero una a una fueron pareciendo paganas,
Tal vez te ofrecería un amor preciso y recto.

Un amor en el que el sacrificio no existe,
Un cuento de hadas,
Pero tu recuerdo grato me señaló un norte.

Ofrecerte un amor imperfecto, humano,
Contigo quiero sacrificarme de todas las maneras posibles,
Quiero llorar y amar.

Quiero sentirme enjaulado en el mundo, pero libre contigo,
Quiero saber conquistarte a travès del tiempo,
Poseerte y prolongar un abrazo hasta el infinito.

Un amor que nos una con una cadena de razón y cariño,
Un amor que nos torture dulcemente,
Un amor que persista en la lluvia,
Un amor que hiera nuestro orgullo.

Quiero verme, entonces, en otra latitud contigo,
Emancipando nuestras almas de la vida,
Procurando nuestro sustento emocional con lagrimas de ángeles,
Descifrando los laberintos de nuestros corazones,
Compartiendo un amor imperfecto.

Ira, conciencia, razón

Un murmullo acompañado de un suspiro…

- Por que diablos no hiciste nada??

- Hum, tu no entiendes, las cosas no son tan fáciles…

Una nota grave, ritmo de fondo…

- Sabes dónde está en este momento, cierto?

- ….. Por supuesto, mañana no tiene que ir a la oficina, seguro se va a encontrar con él. Cuál es tu punto? … Déjame en paz!.

Una réplica, un abismo emocional…

- Maldita sea! otra vez lo mismo, carajo!

- No me hables asi…

- Si no que?, Qué puedes hacer?? ni siquiera puedes arreglar tu vida..

- Ya no te voy a hablar. Simplemente vete…

Quíen se cree que es? Cree que puede venir a gritarme asi? Solo porque es mi ira no significa que tenga derecho a tratarme así…

- Hola, pasaba por aqui y vi unos ánimos alterados… Sucede algo?

- Tu también?? qué es esto? una convención? Ademas, por qué finges?, tu sabes lo que sucede…

- Claro que lo sé, pero he aprendido a no intervenir, tu sabes…. tu carácter…

- Claro! de pronto el malo soy yo… Eso es lo que me faltaba!, fuera de aqui!

- Escúchame! debes oirme!! Aún no está todo perdido!…. Por una vez oye a tu conciencia!

Humo de cigarrillo, silencio cómodo entre los dos…

- Estoy segura que ella aún piensa en ti, recuerdas lo que scribió en el último email?… Tal vez podrías..

- Podría que?? no me vengas con eso. A esta hora ella ya debe estar en sus brazos. No se puede comparar un mes a tres años… Ha estado con él tres largos años, eso debe significar algo….

- Tu no pudiste…

Golpe en la mesa, mi ira me espía desde la puerta esperando el momento oportuno para entrar….

- Mmm bueno, creo que voy a estar por aquí… sabes donde encontrarme.

- Claro… piérdete.

El ruido de la calle enmudece de a poco…

- Hola! Cómo van las cosas?

- Ya me estaba preguntándo dónde estabas… Por qué tan alegre?

- Je, tu sabes, no saco nada deprimiendome… además, siempre es mejor encarar esto con una sonrisa! Estás listo para ser salvado?.

- Salvarme? …. Bueno, si…

- Ya quita esa cara, tomaté ese último trago hay que hacer algo divertido.

- Bolos? Billa? Cine? Teatro?

- Ja ja ja, a mi no me vengas con eso… empaca, vas a irte solo. Te traje éste mapa.

- “Las Chorreras del río Pita”… dónde queda eso?

- Para qué crees que te estoy dando el mapa?? … Esta vez si te llegó…

- Ya entendí… Vienen ustedes?

- No, tienes que hacerlo solo… Te estaremos esperando…

Guardo el mapa y empiezo a caminar a casa. Un día sin emociones… me suena bien, pero.. Por qué diablos siempre termino escuchando a mi razón?

La última escena

“No, no hay como arreglar nada…” me miró por un instante y luego refugió su mirada en la pared. “Siempre podemos resolver algo, todo lo que nos hemos dicho no significa nada?…”

Por qué discutíamos? no lo recuerdo. Tal vez fué porque ya teníamos una semana sin hacerlo.

“Cada palabra que me dices me suena tan trillada” ella replicó, y con esto mató mis frases. “Me lo dices en serio?” me sorprendí a mi mismo oyendo mi voz entrecortada.

Su mirada reflejaba la mia, era uno de esos momentos en los cuales es mejor no decir nada mientras planeas tu próxima jugada. El televisor en el fondo del pequeño cuarto de la hostal me daba la pauta para alejarme de mis pensamientos furtivamente mientras buscaba las palabras adecuadas. “No sé lo que tu buscas. Ni para que vinimos hasta acá… Es como pagar por venir a amargarme..” dijo arrastrando la voz.

“Preciosa, solo te puedo decir que en verdad te quiero. Yo sé que vamos a estar juntos solo hasta tu viaje, y yo quería estar contigo hasta ese momento… Aún quiero…” Dije pesadamente.

Sus ojos se pueblan de lagrimas y una a una recorren por su rostro. Me invade una sensación como ternura y no atino sino a contemplar su rostro congelado en el tiempo. Error.

“La verdad ya no quiero hacer nada hoy y quiero regresar a Quito sin ti. Prefiero ir en un bus con un montón de extraños que contigo…” Toma su maleta y se apoya en la pared mientras se limpia las lágrimas.

“No puedo dejar que hagas eso, hoy ya no vamos a hacer nada, pero regresemos a Quito juntos” ” Te dije que no, hoy no me soporto ni yo asi que mejor no empeores las cosas”. Abatido, me doy la vuelta y recojo mi equipaje esperando que al volver a girar ella ya no esté ahi… Sin embargo ella no se ha movido. Desconcertado entonces me acerco a ella y trato de abrazarla. “Déjame!” ella forcejéa y suelta, la verdad no tiene que esforzarse en hacerlo.

“Ya no tengo mas que decirte…” Obnubilado salgo de la habitación con mis cosas, e intentando mantener la compostura entrego la llave en la recepción de la hostal y dejo atrás una noche, una plegaria y un amor.

El paisaje de regreso es impresionantemente bello, el sol apenas ha salido y aún puedo ver el rocío que flota delante del parabrisas, pero al parecer los colores a medida que me acerco a Quito van desapareciendo…

Algún día volverá a aparecer en mi historia? Tal vez esto es mejor que un adios. Jamá volveré a saber de ella, y me entristece saber que casi no me importa… Es complicado engañar al corazón…

FIN

Cómo se que te quiero?

Lo sé por que desde que tus ojos me iluminan, la vida es dulce.
Lo sé por que desde que tu perfume me embriaga, mi alma sueña.
Lo sé por que desde que tu boca me besa, solo existimos los dos infinitos, perpetuos…

En cada uno de tus besos me disipo, mi corazón explota y me vuelvo etéreo.
Con cada caricia tuya mi piel ya no me pertenece, sino que se subyuga ante ti.
Tu mirada llega hasta lo más profundo de mi existencia y allí resplandece.

Cómo se que me quieres?
Lo sé porque puedo sentirte temblando cuando mis labios buscan los tuyos.
Lo sé porque en tus pupilas veo un ser tierno ávido de amor.

Lo sé porque expío cada pecado mío con uno tuyo.dp6.jpg
Tu imagen vive en mis pensamientos, tu voz me susurra en la oscuridad.

Puedo sentirte en cada nube y en cada niño que ríe.
En un arrebato de amor puedo sentir que te quiero y que me quieres.

Amanecer

Tus manos acarician las mías y se que de algún modo me he ganado el derecho de estar a tu lado.

Tus ojos reflejan mis pupilas y se que de algún modo tus latidos ahora guían los mios.

Tus noches se funden en un abrazo y se que de algún modo tu brazos me rodean.

Y cada vez que esto ocurre me pregunto si merezco realmente tu cariño….

Acaso tus manos y tu risa ahora están a mi alcance? Acaso puedo invocar tus labios sin esperar un desaire?

Y ahora sé que si no lo merezco, entonces haré todo lo posible por validar ese anhelo…

Mi única meta es ahora poder mirarte fijamente y decir que en realidad tu amor es mio…

Entonces ya no me sentiré complice de un amanecer mas, y cuando tu perfume invada mi vida mis sentimientos serán traslúcidos

Marea

Soledad y anhelo

Oceano y distancia

Mis ojos se pierden en el horizonte buscándote

pero sé que de alguna manera la marea te regresará a mi

en algún lugar de nuestra historia.

Ahora la brisa me acompaña y mi rostro se sala con el agua.

La tristeza poco a poco se va acostumbrando a que le hable y en lo profundo de mi corazón empieza a encenderse una esperanza: Volver a verte.

La marea te traerá de vuelta.

Solo me falta esperar interminables lunas llenas.

Ya ni siquiera tus recuerdo me tranquilizan, sino al contrario encuentro en ellos zozobra y desesperanza.

Uno nunca sabe lo que trae la marea… Un rumor, un susurro, un amor…

Maldita Luna

Jamas olvidare la profunda tristeza que siento al mirar la luna, y es que su luz alberga recuerdos que creí enterrados…

Que tan malo es que aún vivas en los laberintos de mi memoria? Acaso no he logrado expiar mis pecados contigo?

Una vez mas escucho tus canciones y tus risas y es como si nunca te hubieras ido, casi logro extender mi mano y tomar la tuya. Casi logro embriagarme con el olor de tus rizos. Casi me ciegan tus ojos de nuevo.

Pero sé que ya no te podré sentir cerca. Y todo aquello que dicen sobre las despedidas se vuelve polvo que se llevan tus palabras.

Y me pregunto si en la distancia abismal que nos separa hay algúna silueta de nuestro amor… Las aguas se lo tragaron? Ese océano ahora conjura en contra de tu imágen, porque ya se esfuma con las olas.

Ya no logro escuchar tu acento, y por mas que mis manos toquen el cielo no tendré tus manos entre las mias.

Ahora la luna va muriendo ante los primeros rayos que la atraviesan y la desvancecen, y tus recuerdos se van con ella.

Tu voz y tu perfume se elevan y me quedo pidiendo que el tiempo te arranque de una vez de mi alma para ya no tener que recordarte.

Pero estoy seguro que lo haré cada noche hasta que la luna ya no salga nunca mas por el horizonte

5am

Ahora que consigo pertubar tu vida,
y que tu prescencia colma mi alma

Ahora que tu risa me pertenece
y mis labios saben a ti.

Ahora que tu perfume conmigo viaja
y mis manos toman las tuyas.

Ahora que tus canciones en francés
y mis libros de matemática
se mezclan en tu cama.

Ahora que tus palabras me despiertan
y que las mias anhelas.

Ahora que que tu y yo nos conjugamos en un abrazo;
no puedo, sino, permitirme ser feliz.

No quiero volver a oir otra frase cursi
a no ser que salga de tus labios

No quiero volver besar una imágen
a nos ser la tuya.

No quiero mirarme en el espejo y pensar
que fracasé al conquistar un corazón.

Y de aqui en adelante regiras en mi mente
y decidiras el renglón de mis estrofas mientras
contamos las mañana que vendrán.

Germán

“Buenass tarrdesss…” suena en la recepción del Instituto. Estudiantes, profesores y uno que otro consultor de publicidad voltean… Asombro, miedo y desprecio invaden sus rostros al ver a un hombre delgado con ojos saltones, sonrisa pertubadora y con las manos sucias de betún.

“Si, jefe..” me dice apuntando a mis zapatos, no hace falta una respuesta, simplemente me siento e inmediatamente Germán cae al suelo y coloca su cajón bajo uno de mis zapatos. “Como le ha ido? hoy ha estado bajo... por la lluvia…” Con cada cepillada Germán relata su vida que transcurre entre tintas de zapatos y los cuadernos de su hijo. Estos son, de hecho, sus temas favoritos de conversación.

“Otra vez vua tener que comprarle el libro que el guambra ha perdido… pero sabe que.. yo no le pego… a mi si me pegaron cuando era chiquito…” Saca de una pequeña caja un abrillantador americano, de esos que uno consigue en los hoteles, me lo muestra y dice: “Esto es solo para los clientes que me caen bien..”

Treinta centavos es lo que cuesta oir a Germán.

“El lunes vengo a esta hora, venrrá con los zapatos sucios..”. Guarda todos sus menjurges en la caja de madera, se pone al hombro un costal y se pierde en la calle tratando de “escampar” pegandose a las paredes.

soñar de nuevo...

Una sola pesadilla perturba tus pensamientos ahora... cómo enfrentar a aquellos rostros que alguna vez incidieron en tu historia? Y las respuestas? y los reclamos? y las controversias?

Tal vez al dejar que la pesadilla se transfigure en sueño y las miradas se vuelvan familiares, no habrán preguntas sin respuesta, los reclamos serán estériles y la amistad no dará cabida a las controversias.

Ese sueño, que solo puede ser concebido al pie de un lugar sagrado que alguna vez tuvimos, vuelve a embrigar nuestros minutos.