domingo

Amiga

Mis pasos vivieron en cada rincón de tu mente
en cada frase fallida, en cada beso moribundo.
Tu vida y la mía tuvieron una razón común e inequívoca

El tiempo nos miró crecer, aunar idílios,
nuestros corazones palpitaron al unísono
cuando nuestros secretos brindaron la noche.

En cada despedida tomaste un filamento de mi alma.
En cada risa busqué un destello de cariño.
En cada abrazo perdimos un suspiro.

Conjugo tu nombre.
Escucho en la penumbra tus frases
que se pierden en mis horas en el Panecillo.
Recuerdo tus gestos y los atesoro en mi sonrisa.


Ocaso.
Mi día desaparece,
mis nubes huyen al hallazgo de tu mirada,
mis palabras son ajenas.

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